Soñando imposibles.

Tumbada en mi cama observo la blanca inmensidad de un techo de tres metros cuadrados, escudriñando cada recoveco y cada sombra esbozada por los haces de luz que escapan de la lámpara, como si esperase que los dioses respondieran a mis súplicas y en cualquier momento te personificaras ante mí, con un sentimiento pintado en tu mirada,con esa picardia.No dejo de darle vueltas a un puñado de palabras dichas casi al azar. Ni siquiera sé si son reales, o una mala jugada de mi cerebro como en tantas otras ocasiones.Estoy perdida y confusa, necesitada de que tu sonrisa me encuentre y rescate, aunque sólo sea para ver cómo juegas con mi corazón en tus manos. Y es que no encuentro más salida que la de tu puerta cerrada.Por no querer aceptar la verdad, equivoqué mis sentimientos y escondí tras una coraza de alegría un corazón mojado por lágrimas que llevaban un nombre.Vives tan dentro de mí que tu proximidad me quema y tu lejanía rompre mi interior y mi ser. Mis ojos se empeñan en buscarte entre las estrellas, y mi imaginación en dibujarte cada anochecer. Mis mejores recuerdos son todos y cada uno de los segundos que he pasado contigo, y mi único plan para el futuro quedarnos atrapados para siempre en el más dulce de ellos.Quiero hacerte feliz bajo un lluvia de miradas cargadas de envidia, arrancarte una carcajada de felicidad ignorando palabras hirientes y robarte un beso inesperado.Quiero que tu mano no encuentre otra mano que no sea la mía, que tu respiración vaya acompasada a la mía, que tu corazón lata por cada momento que compartamos y que bailemos tu canción favorita.Quiero que me quieras.Pero la certeza me encuentra soñando imposibles y de nuevo me abandono al dolor de que todo esto tan sólo suceda en mi mente.